viernes, 19 de junio de 2009

BLINDNESS: ENSAYO SOBRE LA CEGUERA


Una de las más importantes lecciones que Obiwan Kenobi le da al joven aprendiz Luke Skywalker sobre la escencia de la fuerza (Star War, Episode IV: A New Hope, 1977), es que no debía confiar en sus ojos ya que éstos podrían engañarlo. En esta cinta, del director Fernando Meirelles (El Baño del Papa, 2007), encontramos una explicación profunda al por qué de la enseñanza del viejo maestro Jedi. Aunque no tiene nada que ver con la Guerra de las Galaxias ni menos con su género, Ceguera (nombre que recibe en español) es un drama sicológico que se relaciona con un presente muy conocido y un futuro demasiado latente. Los seres humanos cada vez más nos acercamos a depositar toda nuestra confianza, esperanza y anhelos únicamente sobre aquello que podemos ver. Nuestra credulidad depende de lo que esté frente a nuestros ojos. La conciencia ya no nos rige sino que nuestras conductas responden a la capacidad que tienen otros de ver lo que hacemos y, por lo tanto, aparentar es más importante que ser íntegros. Es ese sentido, esta película nos enseña que debemos tener cuidado con guiarnos solamente por las apariencias y, por otro lado, que cuando se nos quita algo que forma parte de nuestras vidas quizás no todos estemos preparados para asumirlo.

En un día cualquiera como hoy, una extraña enfermedad comienza a contagiarse entre los habitantes de una ciudad cualquiera. El resultado más asombroso de esta plaga es la ceguera repentina que provoca en las victimas. En un mundo donde la mejor opción es dejar que los que padecen se las arreglen cómo puedan, los enfermos son encerrados y aislados en un hospital. Allí deben aprender a convivir no sólo con su enfermedad sino también unos con otros. Los conflictos de poder, acrecentados por la desorientación literal, nos mostrarán lo más bajo a lo que los seres humanos pueden llegar cuando se enfrentan a la invalidés súbita. ¿Podrán sobrevivir a sus propios instintos? ¿Serán capaces de aprender la lección que la divina providencia les está enseñando? Tal vez la lección sea, en todo caso, para nosotros, los espectadores, quienes somos los que debemos sacar nuestras propias conclusiones.

A mi gusto, esta es una obra maestra. Una propuesta insteresante sobre la paranoia y la sicósis impuesta muchas veces por quienes nos “guían” políticamente. Actuaciones contundentes, especialmente la de Julianne Moore. Una puesta en escena coherente con el argumento, un juego fotográfico bien logrado que integra al público y le otorga cierto grado de condesendencia. Simplemente, de lo mejor que he visto estos últimos años.

Lo único malo de esta cinta es que llega a chile directamente al DVD y no pasa por las salas de cine, es cierto que privilegiamos las super produciones como Terminator o Harry Potter que recaudan más, pero si de cine hablamos hay muchas otras cintas más, como esta, que se merecen su espacio en la pantalla grande.

Basada en la novela "Ensayo Sobre la Ceguera" (1995) del escritor portugués José Saramago (http://es.wikipedia.org/wiki/Ensayo_sobre_la_ceguera).

Título Original: Blindness
Título en Español: Ceguera
País: Canadá, Brasil, Japón
Director: Fernando Meirelles
Guión: Don McKellar, basado en la novela de José Saramago.
Reparto: Julianne Moore, Mark Ruffalo, Alice Braga, Yusuke Iseya, Yoshino Kimura, Danny Glover, Gael García Bernal,Mitchel Nyel.
Año: 2008





miércoles, 20 de mayo de 2009

Slumdog Millionaire: Perro Callejero Millonario


Aunque no le alcanza para denominarse "obra maestra", esta cinta encierra en su conjunto una potente y desbordante imagen de lo que debería considerarse como séptimo arte: impresionante colorido en su fotografía, en donde hasta los contrastes parecen sublimes, un guión sólido la mayor parte del tiempo y un ritmo consecuente con su historia. Con escenas de inquietante crudeza, no cae en dramatismos baratos sino más bien se sabe diluir entre la tristeza de una realidad latente y los atisbos de esperanza necesarios para salir a flote. Pero, como dije, todo eso en su conjunto, porque a la hora de desmenuzarla nos topamos con ciertos vacíos que quisieramos ver llenos con la sola intención de hacerla perfecta. Por ejemplo, el baile final es demasiado "alegre" y es que la felicidad, despues de tanta desesperanza, rara vez aparece tan de golpe, por lo general es un proceso. Entonces, para los que dicen que eso pasa en las películas, podríamos estar de acuerdo, pero no debería pasar en películas que intentan "denunciar" injusticias que pasan en algunos lugares, como que a niños se les deje ciegos para que obtengan más limosnas.
Una lectura positiva, y que siempre da resultado en las películas, es la del amor incondicional. Un amor que nace en la niñez y logra mantenerse intacto hasta la adolescencia y más allá. No importa dónde se esté, ni de dónde parta, cuando ese amor es verdadero nada lo extinguirá. Aunque los años y sus daños hagan su parte, el que ama siempre sabrá reconocer al otro porque es como si fuera parte de si mismo. Tampoco importa la vida que se haya vivido, ni los aciertos ni los errores, el corazón es capaz de borrar todo lo que no pertenezca a la propia relación. En esta cinta, ese matiz es perfecto y claro, un acierto de Danny Boyle, su director.
Jamal Malik (Dev Patel) es un joven proveniente de los barrios pobres de Bombay que por alguna razón está concursando en el famoso programa de televisón ¿Quién Quiere Ser Millonario? Lo sorprendente es que para cada pregunta él tiene una respuesta... ¿Cómo puede ser eso posible? Ni la policía se lo explica por lo que, faltando sólo una pregunta para obtener el premio mayor (20 millones de rupias), es interrogado brutalmente bajo sospecha de estar haciendo trampa. Sin embargo, son sus recuerdos los que nos explican el por qué. Pero lo que lo mantiene en pie, después de todo, es la esperanza de encontrar a Latika (Freida Pinto) la mujer que ama.

Título Original: Slumdog Millionaire
Título en Español: ¿Quién Quiere Ser Millonario?
País: Inglaterra
Director: Danny Boyle, Loveleen Tandan
Guión: Simon Beaufoy, Vikas Swarup
Reparto: Dev Patel, Freida Pinto, Anil Kapoor.
Año: 2008

lunes, 27 de abril de 2009

Atonement: Expiación, deseo y pecado.


Como siempre, los distribuidores de habla hispana se equivocan en la traducción de una cinta, al ponerle un nombre que no refleja la esencia de la película. En este caso, bastaba con simplemente traducir al castellano su título original Atonement, o sea, Expiación. Porque lo que vemos en toda la película es cómo siempre "otros pagan el precio de las acciones de alguien más" y el deseo o el pecado son elementos secundarios que penden de un delgado hilo llamado punto de vista. Esto se refleja claramente en la escena en que Cecilia Tallis (Keira Knightley) le pide a Robbie Turner (James McAvoy) que "vuelva a ella", mientras se reunen brevemente en la cafetería de un hospital en plena segunda guerra mundial. Años antes habían protagonizado una ardiente escena de sexo en la biblioteca de la acomodada casa de ella. Entonces ¿qué es el deseo o el pecado detrás de un grito desesperado por no perder al ser amado?. En ese sentido, la película está llena de simbolismos ambiguos que nos pueden hacer pensar en las consecuencias de las decisiones que tomamos. Puede ser un falso testimonio, puede ser una venganza sin razón o tan sólo la decisión de dejar atrás aquello que nos podría hacer felices simplemente porque no es "lo correcto". Al final, y eso es en verdad el problema, es que muchas veces corregimos el error cuando es demasiado tarde, cuando los demás se han ido, cuando ya no están.
La película está basada en la aclamada novela de Ian McEwan y comienza en la Inglaterra de 1935, bajo la sombra de la segunda guerra mundial. Una imaginativa niña llamada Briony se ve insertada en una suposición de hechos basados en los fragmentos de tiempo que ella ve o quiere ver. Al ser testigo del romance aparentemente férvido entre su hermana Cecilia y Robbie, el hijo del ama de llaves y debido a una serie de malos entendidos, la niña de 13 años acusa a Robbie de una violación que no cometió. Este hecho cambiará sus vidas para siempre. Sin embargo, una enseñanza nos queda finalmente y es que el amor sincero no tiene enemigos que lo puedan derribar, ni externos ni internos.
Técnicamente, la película es arrítmica y a ratos un poco lenta. Resulta interesante el manejo de la trama como en forma de "costura", es decir, a veces se adelanta y luego vuelve atrás para aclararnos el contexto. Las sólidas actuaciones de este trágico triángulo de personajes contribuye a mantener una atmósfera de melancolía, pena, rabia y decepción. Aunque, en lo personal, es la Briony de 13 años (Saorirse Ronan) la que sorprende por su capacidad de mostrarnos su complejidad con tan sólo un close-up sobre su rostro.
Recomendable. Excelente puesta en escena y bien avalada. Cabe destacar que el director de esta cinta es Joe Wright, el mismo de Orgullo y Prejuicio, quien maneja bien el asunto de adaptar grandes novelas a la pantalla grande.

Título Original: Atonement
Título en Español: Expiación, Deseo y Pecado
País: Inglaterra - Francia
Director: Joe Wright
Guión: Christopher Hampton, basado en la novela de Ian McEwan.
Reparto: Keira Knightley, James McAvoy, Saorirse Ronan, Romola Garai.
Año: 2007


sábado, 21 de marzo de 2009

August Rush: Metáfora Musical de un Amor Verdadero


Pocas películas nos muestran una dualidad tan bien trabajada e imperceptiblemente sublime. Es que quizás como seres humanos estamos tan poco acostumbrados a ver en la esencia de un principio la magia que nos entrega otro. De esta manera, August Rush es sutil en sus aspectos relevantes y se afana por destacar la importancia del amor el compararlo con la teoría de la música. Con paso lento, poco a poco se va hilvanando un concepto que sólo aquellas almas sensibles son capaces de detectar: el amor verdadero. Ese que viene de lo más profundo del ser y permanece traspasando incluso el tiempo. De ahí que la frase final, que cierra esta cinta ("La música está en todas partes, sólo hay que saber escucharla"), se convierte en la metáfora perfecta para enseñar que amar limpiamente es posible para toda persona y que sólo depende de cada uno.

No obstante, la mencionada magia sólo logra sobresalir por su propio peso, por lo que el concepto en sí significa, pues, a ratos, la estructura de la película resulta menos emotiva y, por lo tanto, para este caso, menos efectiva cinematográficamente hablando. Además, se puede agregar que muchos conceptos son dados por sentados y su idea no se muestra tan clara, por lo que en instantes parecen un tanto inverosímiles. Sin embargo, la película se las arregla para hacernos llegar hasta el final y contemplar cómo otra vez el amor sin egoísmos y apartado de toda pasión vana siempre sobrevive.

August Rush relata la historia de Evan Taylor (Freddie Highmore) un niño prodigio de la música que espera a sus padres a los que no conoce y a quienes cree escuchar a través de la música que existe en los elementos y las cosas cotidianas. Cansado de esperar, decide ir a buscarlos. Por su parte, sus padres (Keri Russell y Jonathan Rhys Meyers), quienes lo conciben luego de una sola noche de amor fugaz, desconocen su existencia. Sin embargo, será la música, impregnada en los sentimientos, la que los guiará a un posible encuentro.

Título Original: August Rush
Título en Español: Mi Nombre es August Rush
País: Estados Unidos
Director: Kirsten Sheridan
Guión: Nick Castle y James V. Hart
Reparto: Freddie Highmore, Keri Russell, Jonathan Rhys Meyer, Terrence Howard y Robin Williams.
Año: 2007

miércoles, 4 de marzo de 2009

Pride and Prejuice: La Ironía de una Época


Desde el principio, al ver esta cinta uno siente un aire de perfecta ironía respecto de una época en la que los formalismos y el protocolo parecían como impregnados en la sociedad al punto de formar parte de sus conductas más íntimas y que terminan rigiendo sus vidas para siempre. Lo que hace muy bien esta película es mostrarnos, con gran delicadeza, lo absurdo que hoy nos parecen esos tiempos tan clasistas. Al menos desde ese punto de vista, porque, en definitiva, el otro elemento central no ha cambiado ni un ápice: el amor. Un amor que se pasea al rededor de todas las imágenes desde principio a fin. Un amor completo, desde todas las esferas, que viene desde el alma, ya sea para bien o para mal. Un amor que se convierte en el mejor remate para este film, pues en las últimas escenas se muestra tal como es. Es decir, el amor se puede manosear hasta hacerlo odioso o hiriente, pero al final, el amor es amor, es único, no tiene disfraz y eso se expresa perfectamente acá. Aunque siendo sincero, cualquiera de nosotros, cuando ama de verdad, podría verse como alguno de los personajes de "Orgullo y Prejuicio".
Existen elementos claves que contribuyen en la sutiliza de la cinta. Una de ellas es la dirección de arte, la cual no escatima en mostrarnos pinturas neoclásicas y románticas, del estilo de Francesco Hayez o Giuseppe Bezzuoli. Además de una arquitectura y paisajismo exquisitos. Otro elemento bien usado es el diseño de vestuario, el cual no intenta ser pomposo ni exagerado, parece como preciso, adecuado y sin intención de distraer. Un último elemento es la actuación convincente Keira Knightley y Matthew Macfadyen, quienes no resultan sobreactuados ni cínicos sino que muy acordes a la escencia de sus personajes.
Basada en la más famosa de las novelas de Jane Austen, esta cinta describe la historia de la adorable y alocada familia Bennet y sus cinco hijas, a las cuales, a toda costa su madre quiere casar. Allí aparece Elizabeth (Keira Knightley) que cuenta con su propia personalidad un poco desapegada de las costumbres de la época. Su vida cambiará al conocer a Fitzwilliam Darcy (Matthew Macfadyen), un hombre inteligente, rico y tímido, que a menudo parece arrogante y orgulloso a los extraños, pero posee debajo de esa fachada un interior honesto y bueno.
Excelente película para ver de a dos.

Título Original: Pride and Prejuice
Título en español: Orgullo y Prejuicio
País: Reino Unido
Director: Joe Wright
Dirección de Arte: Nick Gottschalk y Mark Swain
Guión: Deborah Moggach. Basado en la Novela de Jane Austen.
Reparto: Keira Knightley, Matthew Macfadyen, Donald Sutherland.
Año: 2005

Disponible en DVD

miércoles, 21 de enero de 2009

El Brindis: Sin intensidad para brindar.


Las películas chilenas siempre tienen algún defecto. No hay caso. O es una cosa o es la otra. Los amantes del cine, todavía esperamos una película chilena completa, capaz de ganar un oscar indiscutiblemente. Sin embargo, todos son sólo amagos sin esperanza.
Cuando comencé a ver El Brindis, me maravillé con su dirección de arte. Es esquisita y de gran nivel, lo que sumado a la pulcritud de su fotografía hace que la película se muestre limpia y suave. No obstante, esa simpleza se exageró en el argumento, el cual se vio superado por los personajes. Demasiada sencillez aburre y hace parecer que la cinta no va hacia ninguna parte, porque sus personajes se ven sin profundidad. Por ejemplo, David (Pancho Melo) es un rabino que no se sabe qué le molesta, qué quiere o cómo terminará. Emilia (Ana Serradilla) por otra parte, acarrea un pasado que se desconoce, pero que se intenta recalcar, como cuando uno insiste en acordarse de algo y no sabe de qué. El único personaje sólido es Isidoro (Pedro Soriano), pues en cierto modo sabemos qué arruinó su pasado y vemos cómo quiere terminar su vida.
En resumen, la película trata de una hija (Emilia) que viaja desde México para reencontrase con su padre (Isidoro) un judío que vive sus últimos años de vida y quiere reponer sus errores del pasado. En ese tanto Emilia conoce al consejero de su padre (David), un rabino de una comunidad judía en Valparaíso. ¿Qué más? Eso nomás.
En todo caso, la cinta es ideal para pasar un frío invierno en compañía de un ser querido. Es linda para eso... funciona bien para la gente simple, sin dramas y que no se aburre con nada.


Título: El Brindis
País: Chile
Productor Ejecutivo: Grabiel Agosín
Director: Shai Agosín
Guión: Roberto Brodsky.
Reparto: Pedro Soriano, Ana Serradilla, Pancho Melo.