miércoles, 20 de mayo de 2009

Slumdog Millionaire: Perro Callejero Millonario


Aunque no le alcanza para denominarse "obra maestra", esta cinta encierra en su conjunto una potente y desbordante imagen de lo que debería considerarse como séptimo arte: impresionante colorido en su fotografía, en donde hasta los contrastes parecen sublimes, un guión sólido la mayor parte del tiempo y un ritmo consecuente con su historia. Con escenas de inquietante crudeza, no cae en dramatismos baratos sino más bien se sabe diluir entre la tristeza de una realidad latente y los atisbos de esperanza necesarios para salir a flote. Pero, como dije, todo eso en su conjunto, porque a la hora de desmenuzarla nos topamos con ciertos vacíos que quisieramos ver llenos con la sola intención de hacerla perfecta. Por ejemplo, el baile final es demasiado "alegre" y es que la felicidad, despues de tanta desesperanza, rara vez aparece tan de golpe, por lo general es un proceso. Entonces, para los que dicen que eso pasa en las películas, podríamos estar de acuerdo, pero no debería pasar en películas que intentan "denunciar" injusticias que pasan en algunos lugares, como que a niños se les deje ciegos para que obtengan más limosnas.
Una lectura positiva, y que siempre da resultado en las películas, es la del amor incondicional. Un amor que nace en la niñez y logra mantenerse intacto hasta la adolescencia y más allá. No importa dónde se esté, ni de dónde parta, cuando ese amor es verdadero nada lo extinguirá. Aunque los años y sus daños hagan su parte, el que ama siempre sabrá reconocer al otro porque es como si fuera parte de si mismo. Tampoco importa la vida que se haya vivido, ni los aciertos ni los errores, el corazón es capaz de borrar todo lo que no pertenezca a la propia relación. En esta cinta, ese matiz es perfecto y claro, un acierto de Danny Boyle, su director.
Jamal Malik (Dev Patel) es un joven proveniente de los barrios pobres de Bombay que por alguna razón está concursando en el famoso programa de televisón ¿Quién Quiere Ser Millonario? Lo sorprendente es que para cada pregunta él tiene una respuesta... ¿Cómo puede ser eso posible? Ni la policía se lo explica por lo que, faltando sólo una pregunta para obtener el premio mayor (20 millones de rupias), es interrogado brutalmente bajo sospecha de estar haciendo trampa. Sin embargo, son sus recuerdos los que nos explican el por qué. Pero lo que lo mantiene en pie, después de todo, es la esperanza de encontrar a Latika (Freida Pinto) la mujer que ama.

Título Original: Slumdog Millionaire
Título en Español: ¿Quién Quiere Ser Millonario?
País: Inglaterra
Director: Danny Boyle, Loveleen Tandan
Guión: Simon Beaufoy, Vikas Swarup
Reparto: Dev Patel, Freida Pinto, Anil Kapoor.
Año: 2008

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me senti identificado en varios pasajes de la pelicula, incluso en tu buen comentario,muchas gracias

Luis O. Valdés dijo...

Tal vez fue por la alta espectativa que tenía de encontrar una perla Oriental o tal vez porque la vi en un LCD de 32" la verdad es que me quedé con un gusto a poco. Aunque provocativa no se si sería de aquellas que compraría para engrosar mi colección de DVD´s.
Coincido con Heriberto acerca del colorido a veces muy intenso propio del oriente pero hermoso o que tal vez esté acostumbrado a la estética occidental algo más parca e incluso extrema como en los tintes verdosos de Matrix.
A ratos uno se siente sumido en una angustiante extrema pobreza y dolor que llega a ser agobiante y se agradece un respiro con escenas algo diferentes. A pesar de todo esto la cinta no es oscura. Al triunfo en el juego del protagonista le sumamos el tan ansiado encuentro con su trabajado amor y como es natural el gustito de sentir que el mal pierde por medio del acto de cuasi arrepentimiento del hermano del protagonista al terminar con la maldita vida del explotador de niños y del líder mafioso.
Me entretuve, aunque conmovedor el relato de la miseria humana tal vez estamos cada vez más insensibles con escenas como las descritas y que tal vez ya se han vuelto peligrosamente "cotidianas".
Para mi, el ladrido de este "perro callejero" fue que las respuestas a preguntas importantes en este juego de la vida por el cual todos pasamos están ante nuestros ojos, no porque nos las enseñaron sino porque muchas veces las vivimos.